En Astrología, los doce signos del Zodíaco se clasifican en cuatro elementos - Fuego, Tierra, Aire y Agua - que determinan el carácter de las personas y su forma de entender el mundo.
Tradicionalmente, se considera que la Naturaleza está compuesta de cuatro elementos - fuego, tierra, aire y agua - que vienen a ser los principios básicos de la vida. La filosofía griega equiparaba estos Elementos con las cuatro facultades humanas: moral (Fuego), física (Tierra), intelectual (Aire) y emocional (Agua). Partiendo de estas premisas, el Zodíaco ha convertido estos elementos en su base primordial y clasifica sus doce signos en cuatro grandes categorías, según sus cualidades específicas:
Los elementos en el Zodíaco son muy importantes ya que determinan el carácter y la forma de entender el mundo de cada signo. Está claro que no todos los signos que pertenecen a un mismo Elemento comparten los mismos rasgos, pero sí tienen unas características comunes que predominan por encima de todo. Así, a grandes rasgos, si alguien es activo, impulsivo y con fuerte personalidad, se considera de la naturaleza del elemento Fuego; si es pragmático, constante y estable, es Tierra; si es mental y reflexivo, es de naturaleza Aire, y si, en cambio, es sentimental e imaginativo se clasifica como Agua.
Cardinales, fijos y mutables.-
Cada uno de estos cuatro elementos tiene, a su vez, tres estados - Cardinal, Fijo y Mutable -, para cada uno de los tres signos que incluye.
Cardinales: 
Acostumbran a tomar la iniciativa.
Fijos: 
Construyen y organizan.
Mutables: 
Buscan el cambio y la expansión.
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