Años 40. Una pequeña localidad de EEUU vive una tragedia sin igual.
Un autobús cruzaba la intersección entre la carretera y la vía del ferrocarril cuando se quedó atascado justo en mitad de la vía. En ese momento el tren se estaba acercando a una gran velocidad y, sin poder frenar, arrolló violentamente al vehículo; un autobús escolar.
Los habitantes de la zona jamás se recuperaron de lo que allí aconteció. Diez de los niños y el conductor murieron en el impacto.
Desde ese fatídico día, se cuentan por cientos los informes sobre conductores que aseguran haber escuchado voces y risas de niños mientras esperan a que suba el paso a nivel.
Otros testigos afirman que si un coche se detiene justo sobre las vías del ferrocarril, pequeñas manos invisibles lo empujan hasta el otro lado de la vía. Muchos creen que son los pequeños intentando evitar más accidentes y salvaguardar a otros del trágico destino que ellos no pudieron sortear.
Se cuentan también por muchas las historias de personas que aseguran haber parado el coche a conciencia en medio de la vía. Explican que si cubres el parachoques con harina puede ver cómo quedan marcadas las pequeñas manos de los niños que empujan el vehículo hasta el otro lado de la vía para poner a salvo a sus ocupantes.
Otra versión, pinchando en la imagen…
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