La
religión del Islam pide a sus fieles cinco deberes esenciales:
Profesar su fe a Alá, orar, ayunar, pagar un diezmo y peregrinar al
menos una vez en la vida a La Meca. Actualmente, los musulmanes están
cumpliendo con uno de estos fundamentos religiosos: la práctica del
ayuno. El mes de Ramadán, el noveno del calendario musulmán, es el
tiempo del ayuno.
Durante
cada día (entre el amanecer y el atardecer) del Ramadán los
musulmanes deben abstenerse completamente de ingerir alimentos,
beber, fumar tabaco y tener relaciones sexuales. Este mes se dedica a
la contemplación y a la devoción. Los musulmanes se concentran en
su fe y dedican menos tiempo a las preocupaciones cotidianas. Durante
el día van a la mezquita y permanecen ahí varias horas orando y
estudiando el Corán.
Al
atardecer el ayuno termina con oraciones y una comida llamada iftar.
Después del iftar
es costumbre ir a visitar a la familia y a los amigos. Algunos
musulmanes dedican buena parte de la noche recitando una oración
especial del Ramadán llamada la Oración Nocturna (Taraweeh).
Según el Corán, el musulmán puede beber y comer durante la noche,
"hasta que se pueda distinguir un hilo blanco de un hilo negro a
la luz del día: entonces comienza nuevamente el ayuno". Todo el
beneficio espiritual que trae el ayuno se puede destruir por cinco
ofensas: mentir, calumniar, denunciar a alguien a sus espaldas, jurar
en falso, sentir envidia o ambición.
En
la tarde del día 27 del mes del Ramadán, los musulmanes celebran el
Laylat-al-Quadr
(Noche de Poder). Se cree que en esta noche del Ramadán Mahoma
recibió la primera revelación que le hizo el arcángel Gabriel del
libro sagrado, el Corán. Asimismo, el Corán indica que en esta
noche Alá (Dios) determina el curso del mundo durante un año.
Cuando
termina el Ramadán (el primer día del mes de Shawwal) se celebra
una fiesta de tres días llamada
Id-al-Fitr
(Fiesta del final del ayuno). Se intercambian regalos y la familia y
amigos se reúnen para comer y celebrar. Setenta días después se
celebra el Gran
Bairam,
que señala el fin del año mahometano. Durante el primer mes del año
se celebra el Maharram,
que también es un periodo de regocijo y regalos.
Aunque
todo musulmán debe cumplir el ayuno del Ramadán, hay algunas
excepciones. Quedan eximidos de su práctica los enfermos, los
inválidos, los niños pequeños, las mujeres embarazadas y las que
están criando. Los viajeros que hagan recorridos de más de tres
días quedan eximidos temporalmente, pero deben reparar esta falta lo
antes posible; lo mismo que los enfermos.
¡Feliz
y santo Ramadan!
Pido
de nuevo perdón, si he cometido algún error al tratar de hacer
saber un poco de esta festividad.
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